Viñeta
¿Cómo hablar sin hablar? ¿Cómo decir algo sin decirlo? ¿Cómo revelar trozos de información sin tener que tomarse el explícito trabajo de hacerlo? Es una pregunta paradójica. No quiere decir que el “hablar”, “decir”, “revelar” necesariamente esté ligado a las palabras. Al fin y al cabo, lo físico también determina, indiscutiblemente. El cuerpo es ley y legislador. En el cine y la fotografía, existe un recurso visual, casi invisible y muy poderoso: la viñeta. Un conjunto de píxeles que, por cuya orden nuestra, bajan sus niveles de brillo en las inmediaciones de los bordes del cuadro, llamando, de la manera más sutil e imperceptible, nuestra atención hacia el centro del mismo. Históricamente, las primeras cámaras poseían esta característica de manera natural como una consecuencia de su funcionar mecánico-químico. Pero el efecto psicológico era tan importante que hoy día se crea de manera digital. Tal vez eso quiero. Enviñetar mi entorno. Dirigir la atención externa hacia los aspec...